En los servicios legales, las empresas y los emprendedores esperan encontrar socios. Los abogados, equipo. Y los jóvenes, mentores.
De ello sabemos en FILS, una firma que nació de la renuncia por parte de varios profesionales a carreras de éxito en los mejores despachos para iniciar un proyecto que, cuestionando lo establecido, pretendía ir más allá. El camino más bien que la silla, aunque el emprendimiento no siempre sea reversible.
A estos insurgentes (pero con pie en tierra) se unieron otros y otros, como en una red que crece orgánicamente, irradiando de dentro hacia fuera, y nunca por mera suma de proyectos individuales. Y como FILS es, en esencia, conexión, en esa red importan, importamos, todos: los que se acercan, los que ya están dentro, los que vendrán.